jueves

¡Trepa como un mono!

Trepar árboles ha sido una forma de desplazamiento fundamental desde la aparición del ser humano. Su supervivencia, muchas veces, dependía de poder alcanzar la copa de un árbol.
En el cole tenemos la suerte de disponer de muchos olivos que nos prestan su robusto tronco para poder jugar con ellos. Como a cualquier compañero de juego, debemos respetarlos y cuidarlos para que, además de sombra, frutos y aire limpio, nos permitan pasar buenos ratos entre sus ramas durante mucho tiempo.

Además del placer que proporciona el contacto directo con la naturaleza, según un estudio publicado en julio del año pasado, por el Departamento de Psicología de la Universidad del Norte de Florida, actividades como esta tienen beneficios espectaculares en la memoria de trabajo o procesamiento activo de información. 

¡Un motivo más para querer y cuidar nuestros árboles! 







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